Hace
meses una amiga me contó indignada que en la televisión ya estaban dando
películas de navidad. Hace unos meses, señoras y señores. Ahora, a unas horas
de entrar en estas mágicas fechas hablaré sobre la NAVIDAD, sobre los excesos y
las tonterías.
Fue mi
amiga, una chica pro-navidad, fechas navideñas y risas familiares, la que vino
a hablar conmigo para quejarse de que aquella aberración. Poco después de
comenzar el curso escolar, ni un mes había pasado, ya estamos con historias
ñoñas de niños y familias felices, de comidas y cenas familiares con mesas
repletas de manjares.
Que en diciembre, incluso
noviembre nos saboteen las pelis ‘’buenas’’ que echan en la tele para emitir
las tan repetidas historias de siempre, puedo aceptarlo, pero que empiecen a
verse los árboles de navidad, papás Noel, renos y regalos a finales de
septiembre… ¡ES DE LOCOS!
Podría estar bien, quizá mejor algo más tarde,
si por lo menos fueran películas nuevas, películas que no hayan salido en la
televisión antes. Que dejen de ser las de siempre, las mismas, esas de las que
ya te sabes hasta los diálogos. No digo que eso vaya a convertir la tarde en
una divertida sobremesa, pero sería más llevadero.
Y una
vez adentrados en las falsas semanas de amor y felicidad, nos encontramos con
las comidas familiares, con ese derroche de, ya no sólo generosidad, sino de…
hay una palabra que lo describe mejor: CONSUMISMO.
Familias
que no se ven, que no suelen estar juntos… mmm… ¡nunca! Llega la navidad y
pasan los días señalado felices y contentos y todos ríen y todos se quieren
mucho. Me parece genial, es precioso, pero, ¿por qué no iba a ser así todos los
días del año? Que se vean más a menudo, que se besen y se abracen más a menudo.
Que todo sea perfecto 5 días al año y el resto ni se hablan a eso se le llama
HIPOCRESÍA.
Son fechas
para dar, para compartir, nos sentimos más generosos, más desprendidos, son
fechas… ¡qué asco me dan! Sí, esa gente que en navidades se siente peor, peor
porque tiene comidas copiosas, porque tiene regalos y compra y gasta, y ve a
gente pidiendo y le remuerde la conciencia y tiene que darle algo. Me parece
genial, es precioso, pero, ¿por qué no iba a ser así todos los días del año? Resulta
que el resto del año pasan a su lado y ni les miran, hacen como si no
estuvieran ahí. ¿Acaso en navidades tienen más para dar? Claro que no, sólo se
sienten apesadumbrados en navidades.
Regalos,
grandes comilonas… por si no os habíais dado cuenta, no odio las fechas, son
bonitas, ponen luces por las calles, hay fiestas, desfases y mucho amor, lo que
odio es la falsedad y que mucha gente viva bien con ello.
No necesito regalos de los reyes
magos, no necesito tener la mesa tan llena que no tenga que tirar la mitad de
la comida que se ha comprado, no necesito tener un día específico en el que
deba visitar a mi familia. Me hace más ilusión que me regalen algo cuando se
acuerden de mí, si ven algo que les parece que me gustaría, prefiero comer bien
y no explotar para no necesitar ir al gimnasio después a bajar los excesos,
prefiero llamar a mis abuelos, a mis padres, a mis tíos, a mis primos… para
invitarles a tomar un café de vez en cuando, para hacerles una visita de vez en
cuando.
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
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