2013/01/30

Mi primera vez


                Me piden que hable de mi primer amor, un amor de la infancia, un amor que me hacía sentir una princesa, un amor divertido, un amor sin enfados, un amor sin preocupaciones, un amor infantil. Me piden que escriba una página de aquel diario que habla de él, ese que escribí con menos de 15 años, pero releyéndolo me he dado cuenta de que esas líneas no narran las cosas cómo las veo ahora, no expresan los sentimientos que recuerdo de aquellos días. Puede que sea porque la nostalgia me invade, porque he olvidado lo malo, pero el recuerdo que tengo de aquellos años es mágico ahora y así es como me gustaría plasmarlo.

                Era todo tan nuevo y tan extraño para mí, me encantaba estar con él, era mayor que yo, pero siempre jugábamos juntos en el patio del colegio, en el recreo o por las tardes al acabar las clases. Era una amistad inocente, me divertía con él, éramos amigos. Yo nunca pensé en salir con él, no hasta que empecé a oír cuchicheos entre mis amigas, decían que le gustaba, no sé si no me lo creí o no quería creerlo, pero quise esperar a que me lo dijera él.

                Llegó el día, me pidió salir, le dije que sí, aunque estaba asustada, nunca antes había tenido novio, no quería dejar a un lado a mis amigas y, luego estaban mis padres, ¿qué iba a contarles? Decidí no contárselo, alucinarían, y no sabía cómo decírselo. Tuvimos que mantener nuestra relación en secreto, no fue fácil porque cualquiera podía vernos paseando agarrados de la mano, tenía que mentir a mis padres, darles excusas, incluso pedir a mis amigas que mintieran por mi.

Disfrutamos juntos durante años, íbamos al cine, jugábamos en el parque, nos tumbábamos en el césped… Siempre encontrábamos una forma para vernos, para estar juntos. Él iba a buscarme a casa para acompañarme al colegio, incluso viviendo en el extremo opuesto de la ciudad, también me acompañaba de vuelta. Nos mandábamos notitas entre las clases. Nos escondíamos del mundo para poder vernos. Me llamaba princesa, me trataba como si realmente lo fuera, éramos lo más cursi que ha existido, sus cartas lo confirman, pero me encantaba.

Siempre me hacía reír. Fue una época increíble de mi vida, inolvidable. Su cumpleaños, el mío, navidades, los catorces de febrero, todo cobraba un sentido especial, mágico, un sentido que nunca he vuelto a entender. Era pequeña, demasiado inocente, todo era hermoso para mí.

Era un amor infantil.

Era un amor prohibido.

                Mis padres terminaron enterándose, no fue una relación precisamente corta, tuvimos nuestros más y nuestros menos, lo dejamos varias veces aunque luego volvíamos juntos. Estas rupturas solían deberse a que a mis padres no les hacía ninguna gracia, no es que él no les gustara, siempre les habían dicho que era un chico estupendo, pero pensaban que yo era demasiado joven, que tenía que disfrutar de mis amigas y olvidarme de novios... Nunca fui capaz de plantarles cara, de decirles que ese chico me hacía feliz, que quería estar con él por encima de cualquier cosa.

                Y aunque lo intenté, la presión terminó venciéndome.

                Aún guardo sus cartas, escondidas, guardadas donde nadie las encuentre; aún me trata como si fuera una princesa, y eso que hace casi 10 años que ni nos vemos. Aún recuerdo los paseos, los encuentros en portales ajenos, los besos que fueron y no fueron, las palabras que él tanto ansiaba oír de mis labios, el 'hierbing', las noches de mensajitos, su gorro... Aún conservo sus regalos, y él los míos... Aún...

                Aún...


''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''

3 comentarios:

  1. Que menos, que tratarte como lo que eres. Volvería a nacer para volver a encontrarme contigo. Me gustaría volver a vivir todo aquello con esto que has escrito como una carta del futuro para saber lo que pasaría y poner mas empeño y mas ganas aun para que saliera todo bien y poder borrar de este texto la frase "Y aunque lo intenté, la presión terminó venciéndome". Que decirte Princesa que me alegro ser lo que fuimos y me entristece no haber sido capaz de no conseguir que fueras mi única princesa y yo tu único príncipe.

    ResponderEliminar
  2. ¡Eres tan dulce! Gracias por estar siempre ahí y por ser un incondicional de mis historias. Gracias por todo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. El Anónimo de arriba10 de mayo de 2013, 15:42

    Aquí estaré siempre, para revisar todo jajaja y darme cuenta de que has escrito 3 meses después de publicarla. Yo te tengo que dar gracias por que tu también has estado ahí siempre que te he escrito. No cambies y no dejes de escribir. Otro abrazo para ti pero de estos que duran bastante. Un besin

    ResponderEliminar