2013/05/12

Ilusiones vacías I


                Era sábado y había quedado con un amigo con el que llevaba tiempo sin hablar. Él venía con un amigo suyo y la noche prometía aunque volveríamos pronto a casa. Eran las tres de la madrugada cuando sonó mi teléfono, para cuando quise darme cuenta tenía cuatro llamadas perdidas de un mismo número.
               
                Lo vi, me emocioné, grité y le llamé inmediatamente. No podía ser él, nunca me llamaba, apenas hablábamos y somos buenos amigos pero es muy difícil que coincidamos. Puede ser por eso que cada vez que hablamos mi corazón se acelera, me pongo muy nerviosa y no puedo dejar de sonreír.

                Cuando hablé con él me dijo que quería quedar conmigo, quería saber si había salido y si podríamos vernos. Supongo que él habría salido de fiesta y, o se aburría mucho o le habían dejado solo. Estaba bastante perjudicado y se apenó muchísimo cuando le dije que no podía, que era imposible. Unos días más tarde me contó que, a pesar de que eran las tres de la madrugada, si le hubiera dicho que estaba en casa, en la cama, durmiendo, me habría obligado a levantarme y estaría esperándome en mi portal. Sin embargo, yo sí que había salido de fiesta, pero estaba a varios kilómetros de distancia y me costaría más de una hora llegar a donde él se encontraba.

                Nuestra conversación telefónica terminó con él diciéndome muy seguro: ‘la semana que viene, sin falta, quedamos y nos vemos’. ‘La semana que viene’ llega y un día, de repente, me vuelvo a emocionar, claro, es por él, se había conectado a Skype, lo había hecho para hablar conmigo de cuándo y dónde íbamos a quedar, sólo para eso. No iba a estar mucho tiempo conectado.

                Antes siquiera de que él supiera que yo estaba conectada mi efusivo saludo le alegra la tarde. Pasamos un par de horas charlando, una conversación que un par de buenos amigos tendrían se convierte en otra cosa a medida que recordamos algunos de los momentos que compartimos, empezamos a tontear y antes de que se nos vaya de las manos concretamos el plan del fin de semana y nos despedimos.

                Quedamos para cenar juntos al día siguiente, los dos solos, y salir luego a tomar algo, quizá también fuéramos a bailar. Al cerrar Skype mi cara mostraba una amplia sonrisa, estaba ilusionada, quería verle, iba a verle.




''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''

3 comentarios:

  1. Esto ya parece una serie por capítulos. Esto pone mas emoción al leerlo, ya que dejas a todo el personal con la intriga. ahhh!! Lo siento, por problemas ajenos a mi, ya que yo y el programador de estradas no nos llevamos bien, no se podido subir la entrada. Se pospone al domingo de la próxima semana. Cuidate!!! bss

    ResponderEliminar
  2. Una serie por capítulos... Interesante... Simplemente lo hago así porque si la escribiera entera sería una historia demasiado larga para lo que pretendo hacer en este blog.

    ¡Vaya! Ayer estuve esperando, por si había habido algún problema y al final publicabas algo más tarde. De todas formas mi próxima entrada es el miércoles, por si sigues queriendo publicar a la vez.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Puse el 12 alas 0:00 y me metí con el móvil y nada no se había puesto, así que he decidido pos ponerlo, asta la semana que viene. Ya se que también publicas los miércoles, pero no se que hacer, si publicarlo el miércoles o el domingo. No me digas eso...lo siento por hacerte esperar para nada, hacerte esperar me fastidia mas a mi que a ti. Un beso pequeña pícara

    ResponderEliminar