Fue allí,
con un amigo. Íbamos a salir esa noche pero él quería quedar con un chico que
conocía del pueblo y que vivía por allí. Me enseñó fotos, me decía que me
parecería guapo, pero francamente no me lo pareció tanto.
Cuando
quedamos con él nos llevó a tomar algo, el chico no debía ser muy fotogénico porque,
igual era por la cerveza, me parecía más guapo cuando por fin le vi. Hablamos bastante
para ser la primera vez que nos encontramos, mi amigo también ayudaba en la conversación
y siempre que podía, cuando el chico nuevo se iba, me preguntaba si me parecía
guapo, creo que intentaba hacer de Celestino, creo, no lo sé.
La noche
cayó y fuimos a cenar, encontramos un restaurante mexicano. Allí cenamos y
bebimos, reímos y contamos historias. El chico iba a acompañarnos a los bares,
mi amigo quería salir para las doce de la noche, lo hicimos. El primer bar, un
par de cervezas, que no sé cómo terminé siendo la última en acabármelas, pidieron
una canción. Y, en marcha hacia la siguiente taberna. Sonaba buena música, buen
rock, buen heavy y en la puerta nos dieron una invitación a una cerveza, no
podíamos pedir más. Fue ahí donde el chico y yo hablamos de todo.
Salimos,
mi amigo quería ir a una discoteca, la buscamos y preguntamos por ella pero al
final no encontramos, cambiamos nuestro destino, fuimos a otra más cercana. Una
vez dentro y con dos consumiciones que contenía la entrada bailamos. Pedimos la
primera copa, bailamos, pedimos la segunda copa, bailamos, al chico nuevo y a
mi nos invitaron a tequilas, bailamos. Mi amigo fue al baño dejándonos solos, y
para mi sorpresa, nada más irse, el chico se me abalanzó, me besó, no me
aparté, me gustó. De hecho creo que nuestro amigo estuvo metiendo cizaña para
que algo así ocurriera.
Se me
nublan los recuerdos a partir de ahí, supongo que bebí demasiado alcohol, supongo
que él bebió mucho también porque no sabemos muy bien lo que pasó. Recordamos,
gracias a algún amigo que hicimos ese día, que nos caímos en la pista de baile,
al parecer yo intenté un paso complicado y caí, y el chico cayó encima mio.
Tampoco
sé cómo llegamos los tres juntos a la habitación, él no podía quedarse,
recogió su chaqueta y se fue, mi amigo se había dormido ya y alguien llamó a la
puerta, era él, volvía, no podía irse. Me ruboricé, que muchacho tan
encantador, había pagado para quedarse una noche conmigo. Dormimos juntos y mil
y un historias más.
Al día
siguiente se fue pronto, pero esa noche volvimos a vernos, traté de guardar las
distancias, él hizo lo propio, aun así, ambos queríamos estar más cerca, mucho
más cerca. Volvimos a cenar juntos, a beber juntos, a salir juntos. Aguantamos hasta
que él se despidió en la discoteca sin besarnos, casi sin hablarnos. Los dos
habíamos estado esperando ese momento y nos concentrábamos en que no pasara por
no abandonar a nuestro amigo.
Pero
justo nos besamos cuando se iba, le pedí que no se fuera, ‘no te vayas’ le
dije, ‘quédate’. A lo que él me contestó que no pintaba ya nada allí, pero sí
que lo hacía, estaba besándole, tenía que significar algo. Se quedó hasta que
decidimos irnos todos, y nos fuimos todos juntos.
Él no
vivía cerca, tenía que coger un taxi, y no iba a volver a pagar por quedarse
conmigo, volvimos a despedirnos en la parada de taxis. Era el último momento en
que nos íbamos a ver. Me pidió que le echara, que si no lo hacía no podría
irse, no lo conseguí, no quería, pero se fue, cogió el taxi, y mi amigo y yo,
caminamos. Llegamos al portal y el chico llamó a mi amigo, le pidió que me
pusiera al teléfono.
'No irá a menos, si lo hacemos bien siempre encontraremos nuestro punto de encuentro. Mientras haya verdad funcionará.'
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario