2013/04/07

¿Jugamos?


                Éramos tres las que celebrábamos nuestro cumpleaños, las tres a la vez, con todos nuestros amigos, aunque por una cosa o por otra terminamos siendo sólo diez personas. Estaba todo planeado, odiamos los cumpleaños aburridos así que decidimos hacer algo diferente.

                El día anterior a la celebración quedamos las tres para organizarlo todo, las ideas fluían, papeles de colores, rotuladores, tijeras, eran manualidades… Una de nosotras nos había preparado una sorpresa también. Lo pasamos genial creando juegos. Sobre todo, lo pasamos genial manteniendo la intriga entre los asistentes a la fiesta.

                Llegó el día de la celebración, quedamos los diez en la calle a las 20.00, nosotras tres habíamos estado ultimando los preparativos unos minutos antes, nos hicimos de rogar y llegamos tarde. Entre nuestras manos llevábamos globos de colores, uno para cada uno. Ellos eligieron el que querían, descubrieron que había algo dentro. Tendrían que explotarlos para saber qué era. Estaban nerviosos, no tenían claro si debían o no romperlos, preguntaban, se miraban, no sabían si tenían que explotarlos siguiendo un orden… Nosotras no podíamos parar de reír. Por fin los explotaron, pero allí no había nada, unos papeles naranjas sin nada escrito en ellos, en ninguno de ellos encontraron nada... ¿o sí? Había uno que contenía un mensaje, pero quien lo encontró no sabía si comunicárselo al resto. Por fin entendieron que había que trabajar en grupo.

                El papelito les llevó a un bar con un mensaje algo confuso, la mitad del grupo echo a correr en dirección contraria pensando que había que ir hacia allí y pocos se quedaron madurando el texto. Cuando lo entendieron fueron todos directos al primer bar, allí tenían que hablar con la camarera, decirle: ‘Tócala otra vez, Sam’. La chica les entregó un paquete, dentro estaba la segunda pista que les llevaba a un pub irlandés, muy apropiado en esa fecha próxima a San Patricio. También contenía un pequeño sobre con piezas de una especie de rompecabezas y diez claveles rojos para repartir entre todos.

                Una vez descifrado el pub irlandés al que tenían que dirigirse y tras la primera cerveza de la noche, entramos, había partido de fútbol, no fue nada fácil abrirse hueco hasta la barra. Mis amigos tenían que hablar con uno de los camareros, acertaron a la primera y se lo dijeron al adecuado, esta vez la frase fue: ‘Nos podrán quitar la vida, pero jamás nos quitarán la libertad.’ Una frase muy propicia en el lugar en el que nos encontrábamos. Como en el primer bar, les dieron un paquete, esta vez tenían corbatas rojas, negras y blancas; la pista para la siguiente parada y más piezas del puzle.

                Esta vez costó más adivinar el siguiente bar al que nos dirigíamos, y al entrar fueron a la barra a decir ‘¡Corred, insensatos!’, pero no sabían que tenían que decírselo a la chica, el hombre no sabía que estaban diciéndole, el pobre estaba alucinando, les pidió que le repitieran lo que le decían como tres veces hasta que apareció la chica corriendo y diciendo que ella sabía de que se trataba. El paquete: piezas del puzle, la siguiente pista y en este caso pistolitas de juguete.

                Ya llevábamos un clavel, una corbata y pistolas. Para llegar al siguiente establecimiento tuvieron que hacer memoria y recordar las clases de química del colegio. La frase se la dijeron a un camarero algo vacilón. La frase, ‘que la fuerza te acompañe’ y su respuesta ‘enseñadme las espadas láser’ dejó a mis amigos descolocados. Al fin les dio el paquete que para la sorpresa de muchos no contenía pista, había sombreros, y las últimas piezas del puzle.

                Estas piezas nos llevaron al restaurante donde cenamos muy a gusto, ya llevábamos cuatro cervezas en el cuerpo antes de cenar y  mientras estábamos sentados a la mesa ocurrieron miles de cosas inesperadas y bastante graciosas, las fotos de esa noche pueden demostrarlo. Terminamos y trajeron la cuenta, bajo ella había un papelito, del mismo color que las pistas anteriores, azul, al parecer el juego no acababa ahí. Sólo quedaba algo por hacer, ir al karaoke.


''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''

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