Cuando
volví dejé todo en casa, recogido y bien ordenado y salí a cenar con una amiga.
Era un día especial para mí, quedamos porque teníamos miles de cosas de las que
hablar y de las que reír también. Quería presentarle al chico que había
conocido unos días atrás aunque me moría de vergüenza. Había quedado unas horas
más tarde con él en el mismo restaurante para ir a tomar algo a otro sitio.
Llegaba
la hora y le conté a mi amiga que iba a venir un chico, ella se reía de mí
porque el chico era algo menor que yo. Esperamos unos minutos, él no aparecía,
como mi amiga tenía que levantarse pronto al día siguiente para ir a trabajar y
se le estaba haciendo tarde nos despedimos. Nos separamos en un cruce y al
girarme para dirigirme a mi casa le vi, estaba a escasos metros de distancia, sin
apartar su mirada de mí, con su sonrisa perfecta, esa sonrisa que me encantaba
ver dibujada en su cara.
Fuimos
juntos a un bar y nos dieron las doce de la noche. El camarero, al que los dos
conocíamos, no dejaba de bromear y preguntarnos si ya estábamos saliendo
juntos, si ya nos habíamos besado, si nos habíamos acostado… En fin, unas
bromas algo incómodas y, no, nada de eso había pasado.
Algo
más tarde nos íbamos a casa, él, como siempre, me acompañó al portal y si el
día en sí ya era especial para mí él hizo que lo fuera aún más besándome. Me parecía
muy pronto, yo me despedí de él con un abrazo y él me besó. Yo le abracé y al
ir a separarnos nuestros brazos quedaron enredados en el cuerpo del otro, nos
obligó a permanecer cerca, muy cerca, unidos, juntos, unos segundos que él
aprovechó para robarme ese beso.
Subí
a casa rápidamente y me tumbé en la cama, no estaba nerviosa, más bien confusa.
Desde el principio sabía que ese chico quería algo más que una relación de
amigos, pero no pensé que se atrevería a besarme, no tan pronto.
Cogí
el móvil y le escribí, le expliqué que no era mi intención devolverle el beso
como había hecho, que quería despedirme de él con un abrazo y nada más, pero me
dejé llevar. Le dije que en otro momento le contaría los motivos y aún no lo he
hecho. Él lo aceptó y lo respetó. No hizo preguntas y yo lo agradecí.
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
Pequeña Picara, ese chico si existe tendrá que estar contento de tenerte. No pienses en la edad. La edad es una tontería en el amor. En el amor lo que importa son los sentimientos y la química que exista entre vosotros. Ese sentimiento de nerviosismo y de no saber lo que hacer, cuando ves a la otra persona, eso es estar enamorado. Te gusta su sonrisa? eso es que estas enamoradisima, no, lo siguiente. besos sigue así cada día me encantas mas!!!
ResponderEliminarHabrá que preguntarle a él si está contento, lo que cuento es en base a lo que yo siento y a lo que yo vivo, lo que sientan las personas de las que hablo es cosa suya y yo no sería capaz de publicar sus sentimientos, sólo mis impresiones y ahora mismo no las tengo muy claras.
ResponderEliminarMe gusta que me dejen comentarios, me anima a seguir escribiendo, si no lo hacen no es porque yo no quiera. Así que gracias, muchas gracias.
Un abrazo.
Por cierto, ¿atonitación?