Una
historia interesante, una historia bonita, una historia romántica. Mi intención
fue únicamente contar la historia de lo acontecido con aquel chico y en aquel
lugar. Y al publicarse me asaltan a mensajes, mensajes suyos y mensajes de
amigos que me dicen que chicos como ese quedan pocos. Chicos que te hacen
sentir como la protagonista de una historia de amor de película bajándose del
taxi y echando a correr a buscarte antes de que sea tarde, sólo para robarte un
último beso y, así, conseguir que nunca te olvides de esa historia tan especial
ni de ese sensacional chico.
Y nuestra
historia publicada, de alguna forma que no logro entender, porque la escribí con
cautela y sin apenas mostrar mis sentimientos, consiguió mover algo dentro de
él y la conversación que tuvimos poco después logró que mi ser se desprendiera
de la fuerte coraza que me impedía dar a conocer lo que sentía sin necesidad de
pensármelo dos veces. Resultó abrumadoramente fácil.
Al principio
pensé que sería por la distancia que nos separaba, pero terminé dándome cuenta
de que la razón era que de algún extraño modo somos parecidos, sentimos de una
forma similar y sobre todo nos sentimos increíblemente cómodos el uno con el
otro.
La
forma en que hablamos esta noche y las cosas de las que hablamos, puede que el
libro meloso que he leído después también contribuya, han hecho aflorar
sentimientos que creía muertos y sentimientos que nunca había percibido. Todo resulta
fácil con él, quizá porque estamos lejos y no nos vemos, quizá porque nos
conocemos poco y todo del otro nos interesa, quizá porque no nos apresuramos y
no sentimos la necesidad de hacerlo, quizá porque nuestra relación fluye
constante y sincera, hay quien lo llamaría ‘ritmo’.
Se suponía
que íbamos a vernos pero un giro del destino hizo que tuviéramos que aplazarlo,
puede que hasta suspenderlo. Con todo esto la conversación que mantuvimos se
volvió muy sentimental y dulce, queríamos vernos, tocarnos, abrazarnos y
besarnos. Cualquier cosa que dijéramos hacía que sólo lo deseáramos con más
fuerza. Saber que no volveríamos a vernos hasta quién sabe cuando nos afligía.
Gracias
a esto hemos descubierto nuevas sensaciones, nuevos sentimientos que sólo
nosotros hemos podido sacar a la luz y que sólo nosotros logramos entender,
porque creo conocer cómo se siente él y sé muy bien que él sabe perfectamente
cómo me siento yo.
‘No sé cuánto me importas, pero la sensación es como de
si me importases de verdad y te alejases, y no me gusta’.
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario