Los dos sabíamos que lo
nuestro no iba a ser para siempre, ni él era lo que yo quería, ni yo era lo que
él quería, lo sabíamos. Aun así, teníamos más que una amistad, nunca fue nada
serio, algo que él buscaba encarecidamente, pero nos queríamos, a nuestra
manera. Él se preocupaba por mí, yo por él, hacíamos vida de pareja, no
teníamos exclusividad, a pesar de lo cual nunca estuvimos con otra persona
mientras lo nuestro duraba.
Es cierto que ninguno era lo
que el otro buscaba, pero había algo, porque él se fue, nuestra relación acabó,
y ya no era como antes, no me sentía tan bien como cuando él me abrazaba, o me
miraba, o me besaba. Tenía ese punto salvaje y a la vez amable, era feroz a la
vez que cariñoso, me atraía, pero de repente él ya no estaba.
Hablábamos a diario, los
residuos de ese extraño amor eran extraordinarios, estábamos horas al teléfono,
siempre había palabras de ánimo, de apoyo mutuo. Él me ayudaba, yo le ayudaba,
él era un gran pilar en mi vida y yo lo era en la suya.
Nunca supe cómo llegamos a
estar tan unidos, al igual que nunca sabré cómo le resultó tan fácil deshacerse
de mí. Me borró de todas sus listas y ya no hablábamos, no fue culpa de la
distancia, él tomó una decisión, beneficiosa, para bien o para mal, espero.
Y dejé de saber de él. Al principio
sabía a quién preguntar para que me contara qué tal estaba. Al final, debido a
problemas que no contaré ni aquí ni ahora, desistí. Terminé muy decepcionada y
será muy complicado que las cosas vuelvan a ser parecidas a como lo eran antes.
Pero aquí está, escribiéndome,
pidiéndome favores, y mi interior se debate entre ser buena con él o ser
cuidadosa y esperar a que se normalicen las cosas, no sé si se da cuenta de que
me ha hecho mucho daño... Supongo que no soy rencorosa y terminaré siendo
demasiado buena.
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario