2013/01/09

Distancia


                La distancia, maldita distancia. A veces es bueno alejarse, los problemas se aprecian mejor. Pero ahora… no la soporta. Es por él. Aquel chico le hizo enloquecer. Le veía de vez en cuando, coincidían en un supermercado o en el mismo lugar donde se conocieron, pero coincidían poco, muy poco.

No era suficiente, ella quería más, quería poder conocerle bien, quería saber si podría ser su príncipe. A la vez, temía lo que pudiera pasar, no le agradaba verse atada a una relación, había vivido a gusto durante mucho tiempo y no tenía claro que fuera a ser capaz de ser feliz de otra forma, no por el momento, pero había algo en aquel chico que le obligaba a querer conocerle más, a averiguar qué haber entre ellos. Podría ser una simple atracción, podría ser sólo un juego entre los dos, podría no ser nada o podría ser mucho más, podría serlo todo.

Ella no lo sabía, ni siquiera conocía cuál era su deseo, no hacía más que pensar en él, en su primer encuentro y en la única vez que quedaron, quizá era por eso que le idealizó durante el tiempo que no le veía y ahora quería saber si era lo que ella soñaba, quizá el tiempo que estuvieron juntos le bastó para darse cuenta de que ese chico merecía la pena y no quería dejarlo escapar.

                Solían hablar, el teléfono era su medio de comunicación, pero la distancia era su perdición, sentía impotencia, se sentía atrapada, dudaba, no sabía lo que quería y eso le enfadaba. Siempre había tenido las cosas muy claras, pero ya no y era una sensación que odiaba.

                Sus conversaciones pasaban de ser amistosas a jocosas, de jocosas a románticas, de románticas a picantes. Ella sabía que él también podría querer algo, se lo había preguntado varias veces, le había preguntado tantas cosas para intentar aclarar sus ideas…
               
                Sus respuestas no despejaron las dudas que tenía. Él sentía algo, tampoco sabía bien qué quería con esa chica, le atraía, le atraía bastante y había algo en ella que le llamaba mucho la atención, pero vivía lejos, muy lejos. Tampoco quería atarse, o sí, no lo sabía. Él también dudaba, tenía unas dudas parecidas a las de ella.

                Tenían miedo y la distancia no iba a ser su amiga. Los dos querían intentarlo, pero sabían que se verían poco, poquísimo y no podrían soportarlo.



''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''

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