2014/01/11

Tinta en el tintero

                Estoy desencantada, puede, puede que no, quizás necesite un tiempo, para mí, solo para mí. He dejado de creer en el amor, puede, puede que no, quizás nunca creí en él pero me gustaba engañarme y soñar, o quizás siempre fui una soñadora y demasiado enamoradiza.

                Fue eso, quizás, lo que me llevó a actuar así. En mi interior sabía lo que iba a ocurrir, las relaciones a distancia nunca fueron mi fuerte y eso que teníamos ni siquiera podía llamarse relación, nos engañábamos a nosotros mismos, nos obligábamos a creer en algo imposible. Pero nunca estuvimos atados y eso, quizás, me animó a volver a empezar. Estábamos condenados desde el primer beso, condenados a rencuentros mágicos, despedidas amargas y a nunca permanecer unidos.

                Lo sabía, incluso antes de que me lo dijeras, sabía que permitirías que la distancia se interpusiera, por eso, incluso antes de que me lo dijeras, lo hice, ni lo pensé, le vi, le quería para mí, le besé. Y tú seguías ahí, y él empezó a estar ahí, pero no fue difícil, tú lo hiciste fácil, a los pocos días conseguiste poner fin a nuestra historia, una historia que nunca fue y nunca será, y sólo uno permaneció a mi lado, prácticamente no tuve que hacer nada, ni decir nada, nada.

                No pretendo ser cruel, no me importa si te sienta mal, no me arrepiento de cómo me he comportado contigo, sí que lo hago de cómo lo hice con otro, aquel que trastocó mi mundo antes que tú.

                Sí, hubo alguien antes que tú, incluso durante, nada ha sido nunca tan idílico ni tan bonito conmigo, razón por la que adoro las relaciones abiertas. Pocas verdades sabéis sobre mí, sólo las que os permito conocer, y es ahora cuando he de ser franca.



''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''

No hay comentarios:

Publicar un comentario