Rosas,
corazones, el rojo inunda las calles, globos, piruletas, todo destila
romanticismo, o más bien consumismo. Otro día para que las empresas se
aprovechen de las ilusiones, otro día para que los nada románticos se devanen
los sesos en busca de un plan de color de rosa para su pareja.
Hace
tiempo dejé de creer en estas majaderías, y hoy es el día en el que celebro el
día de San Valentín como el Día de la Amistad. Mi plan, quedar con una amiga y
salir de fiesta, pero el 14 era jueves y el viernes había que madrugar para ir
a trabajar. Tuvimos que aplazarlo un día.
Un amigo
vino, me hizo una visita, se quedó hasta el viernes, mi semana ha estado
repleta de planes y cosas que hacer. Pasamos la tarde del miércoles juntos y el
jueves se presentaba aburrido, solo salimos para ir a cenar.
Una cena
romántica a la luz de las velas en un famoso restaurante…
Ni por
asomo. Era una cena de amantes, pero ante todo amigos, ni velas, ni
romanticismo, y mucho menos el detalle consumista de esta fecha. Cena rápida y
buenísima. Fui invitada por mi amigo/amante, a eso y a todo lo que tomamos
después.
Debería
ser fácil poder acostumbrarse a algo así, al cariño de otra persona, a que te
haga sonreír cueste lo que cueste y a que alguien esté dispuesto a darlo todo por
ti, pero yo no puedo.
San Valentín es los 365 días del año.
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
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