Aquí
estoy de nuevo, un nuevo curso comienza y una nueva princesa despierta, igual
que la bella durmiente después de su letargo. Después de meses sin ser yo
misma, o quizás sí que fuera yo pero no me gustaba en lo que me había
convertido, despierto (y madrugo).
Tranquilos,
aunque los cambios son evidentes para mí pocas cosas de mi alrededor cambiarán,
amigos, lugares y tradiciones permanecerán cual tinta inyectada bajo mi piel,
bien es cierto que ha habido algunos daños colaterales, historias insostenibles
con este nuevo aspecto bajo el que me presento, que no he podido evitar a pesar
de mi más que agotador empeño.
Resulta
que es imposible conseguir que todo salga a la perfección, nunca se consigue
quedar bien con todo el mundo y lo primero que he buscado ha sido estar bien
conmigo misma, encontrarme bajo mis cadenas y muros y empezar a romper y a
derribar. Para esto me necesitaba a mí, ser sincera conmigo misma para serlo
con los demás, conocerme bien y en muchos aspectos volver a ser como aquella
niña que no tenía miedo de cometer errores, que sonreía al despertar y que
mantenía esa sonrisa entusiasta durante todo el día.
Sólo
he necesitado echar la vista atrás para saber lo que quiero y quiero sonreír
sin ninguna razón, bueno, sí, quiero sonreír por mí, porque me gusta como soy y
sigo rompiendo y derribando cadenas y muros y es divertido y apasionante ver lo
que estoy consiguiendo.
Bien Bien Bien!!!!! Ya estas aquí de vuelta!!!!
ResponderEliminarAsí es, espero que sigáis disfrutando de mis historias.
ResponderEliminarUn abrazo