Era el momento de cambiar, probar
nuevas experiencias, un amigo me llevó, unas horas de viaje y fin del trayecto,
habíamos llegado.
Estaba nerviosa, no conocía el lugar,
no conocía nada, no conocía a nadie, estaba descolocada, pero llevaba mucho
tiempo queriendo probar. No era seguro que fuera a conseguir nada, todo
dependía de muchas cosas, en gran parte de mí.
Fuimos de fiesta, entramos en una
discoteca, era muy pronto, tomamos las dos consumiciones que daban con la
entrada, y bailamos. No pasó mucho tiempo hasta que mi amigo encontró un ligue,
no quería dejarme sola pero se lo estaba pasando bien con él, les dejé a su
aire fingiendo haber encontrado unas chicas con quienes estar mientras tanto.
No fingía tanto. Me puse a hablar con
ellas, mi amigo que seguía sin querer dejarme solita me preguntó mil veces si
alguna chica de ese grupo me gustaba, le dije muchas veces que no, que no, que
no, que no, que no...
Me daba vergüenza, estaba muerta de
miedo, eso era muy nuevo para mí, pero ya le había visto, me atrajo desde que
le vi con sus amigas. No me atrevía, no era capaz de dar el paso, era un flan
en esos momentos, como una quinceañera cualquiera.
No sabía lo que quería, dudaba, dudaba
de todo, dudaba de mí. Quería quedarme y quería irme, quería conocerle y a la
vez desaparecer, quería besar sus labios y no quería. En mi cabeza los
pensamientos aparecían y se desvanecían, giraban, daban vueltas, era un mar de
dudas. Sentía frío y calor, la boca seca y había algo que me impedía moverme.
Su mirada. Era ella, sabía que si no me lanzaba a su cuello me arrepentiría. No
sabía cómo hacer, ella ni siquiera se habría fijado en mí, pero para eso estaba
ahí mi amigo, él supo que había alguien y lo hizo posible.
Salimos a charlar más tranquilamente, estaba
preciosa, era preciosa, es preciosa, me encantaban sus ojos y su sonrisa, y
siguen encantándome, me encantaba hacerle reír, y sigue encantándome, y es
genial cuando suelta una carcajada desde el fondo de su alma.
Me encantaban los martes, no vivíamos
cerca, nos veíamos los martes, sólo los martes, todos los martes, siempre me
gustarán los martes, siempre agradeceré haberle conocido.
''Abraza, besa y ama siempre. Siempre que sea de verdad.''
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